Sobre la Ballena Azul

Los medios y en general los expertos en Internet se han equivocado mucho al concluir que el tema de la Ballena Azul está asociado y acotado a las redes sociales online como Instagram o Facebook.

El tema, al igual que la secta de los Davidiano dirigida por David Koresh en los Estados Unidos, o de Jim Jones en Guyana, no está relacionado con la aplicación o formas de conectarse. Los suicidios colectivos a través de la historia han estado ligados a personalidades fuertes y personas con muy pocas redes sociales (las verdaderas redes sociales como familia o compañeros de colegio) y con bajo autoestima que buscan pertenecer a un grupo, ser aceptados y valorados por lo que hacen o son. En el caso de la Ballena Azul, el tipo culpable sería Philipp Budeikin, de 21 años, que al igual que Jim Jones y David Koresh, reconoció que sus víctimas “murieron felices. Les di lo que no tienen en la vida real: calidez, comprensión y comunicación”.

No es un juego, no tiene que ver con las redes sociales en línea, tiene que ver con la educación y lamentablemente con las creencias y la sociedad. Las aplicaciones en línea son solo herramientas usadas por mentes enfermas que se aprovechan de personas solitarias e infelices.

En 1979 murieron más de 900 personas siguiendo a un pastor evangélico, el 19 de abril de 1993 cuatro agentes federales y 82 seguidores del fanático religioso David Koresh fallecían en el incendio del rancho de los «Davidianos» donde se habían encerrado durante 51 días por un mandato divino.

Culpar a Instagram, Tinder, o Facebook es no entender nada de la comunicación en el año 2017.  Los pactos de muertes y suicidio juvenil tienen una larga data, incluso en los medios de comunicación cada cierto tiempo se vuelve a tocar el tema o una película lo vuelve a poner en la opinión pública como El Club de las Suicidas, o la más reciente Nerve, que tiene una semejanza aterradora con la Ballena Azul.

Lo que debemos tener presente en nuestra sociedad actual son los siguientes puntos:

  1. No existen las barreras geográficas
  2. No existen los límites del espacio y tiempo. Todo es instantáneo.
  3. No existe la privacidad. Todo es público
  4. Nuestra relación no es con personas en con AVATARES. Las personas existen en el mundo físico. En el digital, el ser humano sufre cambios psicológicos que lo separan de su consciencia física y lo llevan a un estado donde los límites no existen.
  5. Nunca se deja de estar conectado. La vida es online.

Es probable que por estas razones lo que sucede en Siberia tenga relación con algunas personas en Colombia.

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