Conduciendo el metro y sacando fiambres

Y esta semana comienza de verdad el plan Transantiago. Ahora veremos como se comporta la ciudad con esta nueva idea de transporte público en un día lunes a toda maquina. Mientras tanto, hoy voy a publicar un artículo que escribí en el año 2003 para el Clinic. Y trata sobre el Metro de Santiago Este reportaje cuenta las historias más escondidas de la modernidad.  Tambien pueden ver la galeria de  fotos que hice para este reportaje.

Conduciendo el metro y sacando fiambres 

Juan Pérez se levanto temprano aquel día, su turno como conductor de metro comenzaba a las 6 AM en punto, el trabajo estaba super tranquilo, hasta que a eso de las 8 de la mañana en plena estación Universidad de Chile, una mujer sale corriendo de entre la multitud y se lanza frente al carro. Juan en cosas de segundos frena, pide el corte de energía, da la alarma y se prepara para salir de la estación mientras los guardias sacan el cuerpo. Él está tranquilo ya ha pasado por esto antes, pero lo que no sabe, es que la chica era su hermana.

El nombre es ficticio pero la historia es real, está es una de las tantas historias que cuentan los conductores de metro, un trabajo en el cual hay que estar preparado para ver la muerte de muy cerca. Algunos, los que llevan bastante tiempo en este trabajo han visto hasta ocho suicidios.

Daniel Vak Contreras

Los conductores de metro están tan acostumbrados a ver suicidios que incluso ya han inventado sus propios chistes. Uno de los más contado es  la historia de un conductor que ve como un tipo se tira a su carro y después de hacer todos los movimientos que exige el reglamento no logran encontrar el cadáver,  pasados treinta minutos la cosa se pone fea y ni los guardias y ni los encargados de la estación saben que hacer, hasta que uno de los tipos ve a una persona que duerme plácidamente en un asiento, cuando lo mueven, el supuesto pasajero se cae y está muerto, el golpe del carro lo había mandado a los asientos del anden.

Para los conductores del metro, lidiar con la muerte ajena se ha convertido en un riesgo laboral asumido, obviamente es un tema serio, que se puede transformar en problemas psicológicos y de estrés agudo, hasta afectar la salud física. Y por si esto fuera poco, hablar con la prensa puede ser causa de despido.

"Cuando alguien se suicida en el metro, lo importante no es la vida que acaba de terminar frente a tus ojos, si no cuanto tiempo estuvo suspendido el servicio, es cierto que uno no es responsable de la muerte, ni menos de las decisiones que alguien pueda tomar para acabar con su existencia, pero indudablemente te marca, y ahí uno tiene que tener cuero chancho no más, no queda otra", nos explica un conductor de metro que ha trabajado mucho tiempo en la empresa de transporte público y que por razones personales no quiere que publiquemos su nombre.

Esté es nuestro trabajo y tenemos que hacerlo no más, es duro pero al final de una u otra manera se aprende a vivir con esto, continua el conductor anónimo. "Al principio, en los primeros años de funcionamiento del metro nadie estaba muy consciente de la cantidad de suicidas que verían al metro como su mejor elección, hoy en día la situación es totalmente diferente, los conductores, guardias, técnicos, y los jefes de estación pasan por cuanto curso de capacitación existe, y la verdad que hay una cierta preparación mental para soportar mejor estas situaciones criticas"

Según estadísticas oficiales del metro publicadas en su memoria anual, desde el año 1982 se han realizado cerca de 500 intentos de suicidio, esto sin especificar el numero de víctimas, el sexo, ni los casos exitosos, simplemente son números de incidentes que han detenido el servicio del metro. Con el pasar del tiempo y la mejora de los dispositivos para actuar en estos casos, los tiempos de detención han bajado considerablemente, si en 1982  fueron 10 horas de interrupción del servicio, en el 2002 bajo a 4 horas, en ambos casos el numero de intentos suicidas fue muy similar 15 y 11 respectivamente.

La mayoría de los conductores son jóvenes, hoy en día existen los externos y lo contratados, son estos últimos los que llevan más años trabajando y por esta misma razón los que más relación han tenido con los suicidios. Acelerado y nervioso, un conductor nos cuenta, "hubo un tiempo que en yo me quedaba a sacar los cuerpos, es verdad que el manual dice que uno se tiene que ir a otro lugar, pero algunas veces sacábamos a los fiambres en 4 minutos y otras nos demorábamos más de media hora"

"La gente no sabe, pero muchas veces, cuando van rumbo a sus hogares o al trabajo y están parados en medio del ambiente inmaculado y aséptico del metro,  en las bodegas que se encuentran en los andenes hay cuerpos de personas muertas, esperando que lleguen los oficiales de la policía de investigaciones o carabineros", cuenta el nervioso conductor que nos pide una vez más que olvidemos su nombre.

Tratamiento post trauma

La muerte es la peor visión de todas, presenciar un suicidio o escuchar el último grito en vida de una persona son cosas que jamas se olvidan, e incluso pueden afectar de una manera intensa a personas que no están preparadas para ello.

Es por esta razón que los conductores de metro tienen una capacitación especial y cada cierto tiempo son sometidos a test psicológicos, además cuando tienen la mala suerte de vivir un accidente de este tipo, son enviados directamente al Centro Psicológico de la Universidad Católica, donde reciben una atención rápida y eficiente, preparada especialmente para superar estos momentos de crisis.

Dariela Sharim, es directora del centro y tiene a cargo el programa de atención en crisis a conductores de metro, nos cuenta. "Las cifras se mantiene estables y  cada año hay un numero muy similar, pero mientras el metro siga funcionado los suicidios van a ser un tema recurrente, por que no tiene que ver directamente con el metro, tiene que ver con el tema de la  salud mental de los chilenos, que es muy mala y basta ver las cifras de la OMS que ubican a Chile como uno de los países de más riesgo para la salud mental, y particularmente a Santiago. Lo que pasa, es que el metro es la expresión de la modernidad y del contraste del desarrollo económico, con la calidad de vida"

Sharim y su equipo reconocen que los suicidios son una parte del trabajo de los conductores del metro, un riesgo laboral como el de los médicos y los carabineros, es por esta razón que definen al humor como un recurso defensivo frente a la angustia que genera ver a la gente que se mata y todo lo que eso significa. Que hay alguien que no quiere ver vivir y los conductores se ven involucrados sin tener arte ni parte, ellos de está manera lo viven y lo procesan.

Ellos manejando un vehículo, continua Sharim, pueden atropellar a una persona y matarla, pero tu partes de la base que  no tienen ninguna responsabilidad, entonces el humor y la conversación con los colegas es una forma de alivianar el tema. Porque ellos desde el momento que van entrando a una estación y si alguien se tira, tienen todo un procedimiento aprendido, que es aplicar los frenos y pedir el corte de corriente y aun así haciéndolo muy bien y siguiendo todos los procedimientos, debido a toda la inercia que trae el tren no logran detenerlo a tiempo.

Susana Gonzales es la Psiquiatra encargada de atender a los conductores recuerda que "al principio cuanto partió el metro y comenzó a ocurrir este fenómeno, el de los suicidios, los conductores que vivieron esta situación empezaron a sufrir enfermedades físicas a raíz de que el asunto no estaba siendo abordado de forma correcta, entonces las autoridades del metro hicieron el convenio con la escuela de psicología de la universidad católica y se comenzó  a hablar de trastorno por estrés agudo, estrés post traumático, y desde aquí del centro de la Católico se hizo una capacitación al personal del metro desde los gerentes para abajo y muy especialmente los conductores, para que ellos estuvieran preparados para enfrentar estos hechos"

"El trastorno por estrés agudo tiene componentes psicológicos y componentes físicos, el afectado vive muchos  flashback, recuerdan el momento en que la persona se tiro al metro, recuerdan la mirada, a veces se preguntan por que las personas toman tan drástica decisión, se comienzan a cuestionar internamente las razones. Las consecuencias psíquicas son muy parecidas a los trastornos que sufre la gente que ha estado en situaciones de guerra. En la parte física, se manifiesta ansiedad, trastornos del sueño, dolores musculares, cansancio." También hay que reconocer que el dispositivo que ha montado el metro tanto en la parte administrativa cuando hay un intento de suicidio, y el tratamiento posterior a los incidentes, hace que los conductores superen de muy buena manera estos hechos, agrega Susana González.

Lo que pasa, agrega Dariela Sharim, es que cada persona es diferente y depende mucho del momento de vida en que pase esta situación, no es lo mismo que se tire un hombre de cierta edad, o que se tire una mamá con dos guaguas, hay conductores con los que hemos hablado y reconocen que hay ciertas cosas que se pueden tolerar, pero lo único que no quieren vivir, es que les toquen niños chicos o bebes.

Las frías y tétricas estaciones

Las historias son muchas y los suicidios no sólo afectan a los conductores, los incidentes son vividos por los guardias, y los funcionarios que trabajan en las  estaciones, Luis Felipe lleva 10 años trabajando como guardia y para poder conversar con él, nos juntamos en la estación Lo Ovalle de la línea 2, y junto hicimos el trayecto hasta Los Héroes.

"Aquí los suicidios son algo muy común, no es que todos los días se tire alguien, pero con el transcurso de los años uno va viendo uno tras otro y al final lo aceptas no más". Lo más raro de todo, son las historias que uno comienza a escuchar, algunas deben ser ciertas pero otras son muy extrañas, agrega el guardia desde un carro que viaja por la línea 2.

"Hace años, las estaciones eran vigiladas por guardias durante toda la noche, algunos juran que en estaciones hay fantasmas que se pasean por los andenes, llorando y hablando de su sufrimiento" cuenta el guardia con cierto aire de misterio. Yo he visto a compañeros salir llorando de las estaciones cuando hacían turnos de noche, un tiempo atrás en Franklin, se tiro una mamá con dos hijos, lo más terrible fue que la mamá y el hijo mayor murieron, pero la niñita quedo con vida. Algunos cuentan que en esa estación no se puede pasar una noche sin sentir escalofríos, miedo o a lo menos ansiedad.

Yo estuve Allí

"Yo iba caminado en la estación Los Héroes para hacer el cambio de línea, escuchaba música en mi CD, de repente veo que en el anden del frente, una persona, no me fije si era mujer o hombre, se tira al metro. Quede pa dentro, fue como una explosión, como cuando se rompe una bomba de agua, el sonido fue muy desagradable, yo creo que es más psíquico que físico. El sentimiento es re fuerte, y he estado varios días pensando en esto, he sentido mucha angustia"

Así lo cuenta José Contreras, el tiene 25 años y es periodista, el martes cuando se dirigía al trabajo tuvo el infortunio de asistir a un suicidio en vivo y en directo.
"Una de las cosas que más me impacto fue que algunas personas que estaban ahí, se acercaron a ver que pasaba, y miraban un rato y cuando se aburrían  seguían viendo los televisores que pusieron en los andenes" agrega con un poco de angustia el joven profesional.

"Lo que más me indigna, es que han puesto televisores, música, se entrega el diario y dentro de los carros  hay pantallas que dan el tiempo y la hora, pero hay personas que se matan en el metro y a nadie le importa", concluye José.

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